Las instituciones competentes en materia de empleo y discapacidad suelen desarrollar campañas informativas para sensibilizar a las empresas sobre el empleo de las personas con discapacidad, editan materiales de difusión dirigidos a promover la igualdad de oportunidades laborales para las personas con discapacidad, y organizan seminarios de inclusión laboral y ferias laborales en las que participan empresas que ofrecen puestos de trabajo para personas con discapacidad.
En algunos países se han conformado redes de empresas comprometidas con la inserción laboral de las personas con discapacidad, que cooperan para promover la inserción laboral de las personas con discapacidad, desde un enfoque de responsabilidad social corporativa.
También se han puesto en marcha iniciativas para reconocer la labor de las empresas que se distinguen por sus prácticas en materia de inclusión laboral de personas con discapacidad y, certificaciones de calidad referidas a la gestión de la discapacidad en las empresas.
Entre las iniciativas en este sentido cabe citar el Club de Empresas Comprometidas (Argentina); la Red INCLUYE (Chile); el Sello Chile Inclusivo; la Estrategia empresarial para la inclusión laboral de personas con discapacidad de SOFOFA-OIT (Chile), la Red de Empresas Inclusivas de Costa Rica, la Certificación Bequal (España), el distintivo Gilberto Rincón Gallardo para empresas inclusivas y el reconocimiento de empresa incluyente puesto en marcha por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (México), la campaña “El Derecho a la Oportunidad es de Todos” (Panamá), el Premio al Mérito que otorga el IEFP (Portugal), el programa de sensibilización a empresas del CONADIS (República Dominicana), el Premio Nacional de Integración (Uruguay) y los talleres de concienciación y sensibilización dirigidos al sector laboral que realiza el CONAPDIS (Venezuela).
Una iniciativa internacional de importancia es la Red Mundial de Empresas y Discapacidad de la OIT, creada en 2011, de la que forman parte empresas multinacionales muy conocidas. En sus reuniones participan personas con capacidad de toma de decisiones (Directivos de RSC o de RRHH), que identifican buenas prácticas e iniciativas innovadoras, a partir de la que elaboran publicaciones.
También es de destacar el Código de Conducta sobre gestión de la discapacidad en el lugar de trabajo, publicado en 2002 por la OIT. Este código destaca la importancia de que haya una estrategia en el seno de cada empresa, que esté negociada con las personas con discapacidad y en la que participen los altos directivos de la empresa.