Además de las bonificaciones, ventajas fiscales y subvenciones que cada país conceda y de la posibilidad de cumplir con la normativa relacionada con los porcentajes obligatorios de contratación de personas con discapacidad, las empresas inclusivas se benefician de:
Aprovechar el potencial de trabajadores y trabajadoras tan preparados/as y productivos/as como el resto, y con habilidades para la superación de obstáculos y la innovación esenciales en las empresas actuales
Un ambiente laboral abierto a la diversidad, inclusivo y más motivador para su personal
Mejora la reputación de la empresa y su imagen de marca, haciéndola más atractiva a su clientela y a potenciales inversiones