El modelo de inclusión laboral de personas con discapacidad debe estar orientado a la consecución de empleo de este colectivo, dotándoles de vías y herramientas para acceder a ofertas de empleo que mejor se adecuen a sus capacidades. Es posible darle un valor añadido si además el personal técnico de los servicios de empleo puede identificar mejoras en su cualificación profesional (formación y habilidades sociales) que, una vez cubiertas, optimicen estos resultados de contratación.
Vamos a identificar procesos, recursos y herramientas para que con el debido asesoramiento, personas empleadoras y candidatas se encuentren exitosamente.
Para lograr la inclusión laboral necesitamos:
Proceso de orientación laboral (el personal técnico de orientación) especializado en la disCapacidad (entrevistas de orientación y diagnóstico ocupacional) que derive en la prescripción de un itinerario personalizado de empleo realista y adaptado a las necesidades de la persona con discapacidad. Idea Fuerza: identificación de las cualificaciones profesionales, competencias y habilidades de los demandantes de empleo, desde el enfoque de las características de su disCapacidad, que permitan al personal técnico de empleo orientarles a un reducido número de profesiones pero con garantías de inserción: eficiencia en la orientación basada en las capacidades de la persona demandante de empleo.
Proceso de intermediación laboral (personal técnico de empleo): identificación del perfil profesional demandado por las empresas; recabaremos la información: las condiciones laborales propias de una oferta de empleo (funciones y tareas, salario, estudios mínimos requeridos, etc.), y aportaremos como valor añadido el asesoramiento técnico a la hora de la definición del perfil desde el enfoque de la variable disCapacidad (capacidades y competencias requeridas para el desempeño del puesto, competencias personales, relacionales, accesibilidad del entorno laboral, etc.).
Existen otra serie de procesos opcionales de soporte para fomentar la intermediación laboral (Información a continuación: Procesos opcionales de soporte)
El desarrollo de acciones de formación, tanto ocupacional (acciones orientadas a la formación para el empleo o mejora de la capacitación, como acciones de formación complementaria que mejoren las competencias transversales necesarias en el desempeño de las tareas propias de un puesto de trabajo), mejora de la alfabetización digital e informática, prácticas laborales en empresas, así como herramientas de búsqueda de empleo o desarrollo de habilidades sociales, de cara a la mejora de su cualificación profesional y dotación de las competencias necesarias para lograr un empleo.
Potenciación del emprendimiento en una triple vía: orientar, asesorar y acompañar a la persona con disCapacidad mediante un programa individualizado de asistencias técnicas para la creación de empresas. El valor añadido en materia de emprendimiento se puede perfilar complementando las fases iniciales de la actividad empresarial, con un acompañamiento experto de cara a lograr la consolidación de su negocio. Transversalmente además debemos facilitarles un asesoramiento global de las posibles vías de financiación a las que pueda optar.
Labores de sensibilización del empresariado, con el fin de transmitir una imagen positiva de la disCapacidad y así reforzar la contratación de este colectivo. En este sentido, hay que complementar la estrategia con acciones de difusión con diversos formatos: distribución de dípticos, organización de jornadas, seminarios o desayunos de trabajo y visitas personalizadas a las empresas, con el fin de informar sobre las ayudas y bonificaciones establecidas por la contratación de personas con disCapacidad.
Un marco sistemático de seguimiento, observación y análisis de la situación de las personas con disCapacidad en el mercado de trabajo. El seguimiento de las tasas de desempleo y de las condiciones laborales son primordiales ya que son las principales variables que afectan a las personas con disCapacidad y dificultan el papel que el empleo ha de jugar como herramienta esencial para la inclusión social de este colectivo. Además, existe un marco normativo internacional que expresamente insta a los Estados a recopilar información estadística sobre la situación de las personas con disCapacidad.
Puede ser relevante contar con un Observatorio de la DisCapacidad o poder acceder a su información, para poder analizar el impacto de las medidas orientadas a la inserción laboral de las personas con disCapacidad, así como los factores que facilitan o dificultan el acceso al empleo por parte del colectivo: es importante contar con datos estadísticos válidos y fiables, así como con un marco de análisis que sistematice la información existente. Este marco de análisis debe diseñarse de tal forma que permita conocer y analizar la evolución de los principales indicadores relativos a la inserción laboral del colectivo en el mercado de trabajo, desagregados (en la medida de lo posible) por diferentes variables estructurales como el sexo, la edad, el tipo de disCapacidad, el nivel educativo o el territorio de residencia, entre otras.
El objetivo de la estrategia es conseguir la normalización: lograr que las personas con disCapacidad no sean un colectivo laboralmente diferenciado del resto y que sus capacidades sean valoradas plenamente, sin ningún condicionante económico ni social.
Esta normalización debe englobarse dentro de la estrategia de empleo de las diferentes instituciones, siendo un elemento clave en los diferentes planes de acciones para combatir el desempleo que desarrollan los diferentes servicios de empleo.
En este video adaptación de «Por cuatro esquinitas de nada» (duración: 3:02 minutos) de Jérôme Ruillier, de Editorial Juventud, se pone de manifiesto cómo se puede lograr esta normalización.