La tendencia actual del mercado laboral y de los distintos sectores empresariales, se inclina hacia una mayor apertura y compromiso con el empleo de las personas con disCapacidad.
De acuerdo con el Informe Mundial de la DisCapacidad (OMS y Banco Mundial, 2011), alrededor de un 15% de la población tiene algún nivel de disCapacidad y aproximadamente la mitad están en edad de trabajar. Solo un tercio de estas personas realiza alguna actividad laboral, muchas veces con remuneraciones inferiores a las que son normales en el mercado laboral. En general, las tasas de actividad y empleo son sensiblemente inferiores a las del resto de la población. Son personas que tienen el potencial necesario para incorporarse al mercado laboral y contribuir al desarrollo de sus países como empleados, personas trabajadoras independientes o empresarios/as, y que desean hacerlo. Además debemos incidir en las especiales dificultades que presenta un porcentaje de personas con discapacidad, pues son objeto de discriminación múltiple (por razón de sexo, menores de 25 años, mayores de 55 años, por su etnia u origen, etc.), lo que supone un esfuerzo añadido para lograr su inserción laboral.
Cada vez más empresarios/as son conscientes de este potencial y muchos gobiernos han promulgado leyes, formulado políticas y actualmente desarrollan programas dirigidos a promover las posibilidades de ocupación de las personas con disCapacidad que buscan trabajo, a mantener en el empleo a las personas trabajadoras que quedan disCapacitadas y a facilitar la reinserción laboral de aquellas y aquellos que han perdido su empleo debido a sus disCapacidades. Adicionalmente y como complemento de las acciones desarrolladas por los gobiernos, es relevante conocer que las organizaciones representativas de personas con disCapacidad han asumido labores de promoción de la inclusión laboral, conscientes de la gravedad del problema.
Desde las diferentes administraciones públicas e instituciones responsables de las políticas de empleo de personas con discapacidad deben habilitarse medios humanos y materiales destinados a la puesta en marcha y ejecución de planes de acción destinados a la inclusión laboral de este colectivo. Estos organismos deben contar con equipos especializados en la atención de personas con discapacidad, y un despliegue de oficinas fijas e itinerantes accesibles (o puestos de trabajo cedidos a tiempo parciales, en entidades locales como ayuntamientos o departamentos), que en función de la realidad territorial permita dar cobertura al máximo de población posible.
Opcionalmente es interesante poder contar con herramientas de soporte que faciliten información en tiempo real a todas las partes implicadas en base al desarrollo tecnológico actual y el cada vez más demandado uso de las redes sociales. Un ejemplo de estos soportes para la intermediación laboral son las plataforma de gestión de empleo, ya que son medios que facilitan el encuentro directo en internet de quienes ofrecen y demandan trabajo, haciendo más accesible al colectivo de personas con discapacidad poder solicitar este servicio.
A continuación podemos ver un modelo de gestión de una Plataforma 2.0 que encontramos en internet. Permite realizar una interacción dinámica en la búsqueda de candidatos/as, recoge las acciones formativas disponibles (programas formativos, duración, horarios, posibilidad de preinscripción, etc.), herramientas y recursos gratuitos, noticias y documentos de interés, etc.
Puedes visitar este enlace para obtener una mayor información: Por Talento 2.0 (duración: 5:07 minutos)